Ingurgitación del pecho: qué es y cómo prevenirla

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Ingurgitación: cómo diferenciarla y cuándo preocuparse
16/10/2025

Durante la lactancia, muchas mujeres experimentan molestias o problemas en el pecho. Es un proceso natural, pero a veces puede estar lleno de contratiempos y dificultades. En este capítulo de blog vamos a hablar sobre la ingurgitación mamaria y la obstrucción de conductos.       
Aunque los síntomas de la ingurgitación mamaria y la obstrucción de conductos pueden parecer similares, su origen y tratamiento no lo son. Hablaremos sobre cómo distinguir cada una de estas situaciones, qué puedes hacer en casa para aliviar los síntomas y cuándo es importante consultar con un profesional. Y, sobre todo, plantearemos una duda muy frecuente: ¿es necesario dejar de dar el pecho si tienes ingurgitación mamaria u obstrucción de algún conducto? La respuesta es no.

¿Por qué el pecho es más sensible en la lactancia?


Las mamas durante la lactancia producen leche de forma continua y por eso están más sensibles: La sangre fluye en mayor cantidad, los conductos se dilatan y las glándulas trabajan a pleno rendimiento.
Estos cambios hacen que, en ocasiones, una pequeña alteración que puede causar molestias. No obstante, la mayoría de los problemas de lactancia no implica dejar de dar el pecho al bebé Al contrario: mantener la lactancia suele formar parte del tratamiento.

Ingurgitación mamaria: el inicio más frecuente


¿Qué es la ingurgitación mamaria?

La ingurgitación es el primer problema que suele aparecer tras el inicio de la lactancia o después de un cambio en las tomas.

  • La ingurgitación mamaria ocurre cuando los pechos se llenan de leche, sangre y líquido intersticial: una especie de “hinchazón interna”.
  • La ingurgitación mamaria  es habitual en los primeros días después del parto, tras la conocida subida de la leche, cuando la producción de leche aumenta bruscamente y el pecho aún no se ha adaptado a las necesidades del bebé.

Síntomas de ingurgitación mamaria

  • Sensación de pechos muy llenos, pesados y tensos. Si los tocas se aprecia un aumento de la dureza.
  • Dolor generalizado o molestia difusa.
  • La piel puede verse brillante, tensa o levemente enrojecida.
  • Puede haber un ligero aumento de la temperatura local.
  • A veces, el bebé tiene dificultad para agarrarse correctamente porque la areola está dura.

Causas más frecuentes de la ingurgitación mamaria

  • Subida de la leche tras el parto.
  • Tomas poco frecuentes o muy cortas.
  • Uso de biberones o suplementos que reducen la succión.
  • Separación madre-bebé en los primeros días.
  • Succión ineficiente que no favorece un correcto vaciamiento de la mama, normalmente porque el bebé no está bien colocado para la lactancia..

¿Qué hacer ante una ingurgitación mamaria?

Existen diferentes técnicas y métodos que pueden ayudarnos a aliviar una ingurgitación mamaria y a prevenir su aparición. Estas medidas pueden agruparse en dos categorías: lo que conviene hacer durante la toma y lo que debemos hacer antes y después de amamantar.

¿Qué debemos hacer antes y después de la toma?

  • Amamanta bajo demanda, pero sin esperar a que el pecho esté muy lleno. La succión frecuente es la mejor forma de vaciar los conductos.
  • Aplica frío tras la toma para aliviar la inflamación. Una muy buena opción pueden ser hojas de col refrigeradas. Antes de aplicarlas, se rompen los nervios para que se adapten mejor y transmitan ese frío a la zona afectada.
  • Evita calor antes de la toma. En algunas fuentes podrás leer que es correcto aplicar calor para favorecer la extracción de la leche retenida. Debido a que un aumento de calor local puede favorecer las infecciones bacterianas y ocasionar una mastitis, está completamente desaconsejado.
  • Evita sujetadores demasiado apretados o prendas que ejerzan presión sobre los pechos.

¿Qué debemos hacer durante la toma?

  • Favorece el agarre correcto. Si el pecho está demasiado duro, puedes extraer unas gotas de leche manualmente o con un sacaleches antes de ofrecerlo.
  • Realiza un masaje suave con movimientos circulares durante la toma. En caso de ingurgitaciones de toda la mama, notarás como con la toma, va bajando la tensión. Si la ingurgitación es más localizada, puedes aplicar un masaje suave mientras el bebé está tomando el pecho para favorecer su vaciamiento.

Con la ingurgitación, ¿t​​​​​​engo que dejar de dar el pecho?

No. La ingurgitación no requiere suspender la lactancia. De hecho, si se interrumpe, el problema puede empeorar.

  • El vaciado eficaz es la clave para resolverla.
  • Intenta una vez que se haya resuelto el problema no incrementar en gran medida la producción de esa mama. Durante la lactancia, el pecho funciona bajo demanda. Si está acostumbrado a un vaciado muy frecuente, producirá más cantidad de leche.
  • Es adecuado regular la producción de leche poco a poco, hacer extracciones periódicas si son necesarias, pero sin abusar para no perpetuar el problema.
Virginia González González
Ginecóloga del Hospital Blua Sanitas Valdebebas y en Sanitas Alcobendas