Cómo ayuda la fisioterapia en el embarazo

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Tratamientos de fisioterapia en el embarazo
22 May 2025

Muchas embarazadas experimentan molestias como dolor de espalda, hinchazón, dificultades para dormir o incluso ansiedad. En este contexto, la fisioterapia especializada en el embarazo puede ser una herramienta muy útil para mejorar la calidad de vida de la futura madre y prepararla para el parto y el posparto.

Como ginecóloga, a menudo recomiendo incorporar la fisioterapia como parte del cuidado integral durante la gestación. En este artículo, te explicaré en qué consiste, qué beneficios tiene, qué tratamientos se pueden realizar y cuándo es recomendable acudir a un fisioterapeuta durante el embarazo.

¿Qué es la fisioterapia en el embarazo?


La fisioterapia en el embarazo se enfoca en acompañar a la mujer en todos los cambios que sufre su cuerpo durante la gestación. Se basa en técnicas seguras y adaptadas para aliviar molestias, prevenir complicaciones y promover un embarazo saludable. Su objetivo no es solo tratar el dolor, sino también preparar al cuerpo para el parto y facilitar la recuperación tras el nacimiento del bebé.

Los fisioterapeutas trabajan de forma coordinada con ginecólogos, matronas y médicos de cabecera, para garantizar que el tratamiento sea seguro y adecuado para la embarazada y según el trimestre del embarazo en el que se encuentre.

Beneficios de la fisioterapia en el embarazo


La fisioterapia puede aportar múltiples beneficios físicos y emocionales a lo largo del embarazo. Entre los más destacados se encuentran:

Tratamientos de fisioterapia que se pueden realizar en el embarazo


Ejercicios para el fortalecimiento de suelo pélvico

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos y abdominales como la vejiga, el útero y el recto. Durante el embarazo, el peso del bebé y los cambios hormonales pueden debilitar esta zona. Un suelo pélvico fortalecido ayuda a prevenir pérdidas de orina, reduce el riesgo de desgarros en el parto y facilita una mejor recuperación.

Los ejercicios de fortalecimiento más conocidos son los ejercicios de contracción muscular, conocidos como ejercicios de Kegel, que pueden realizarse de forma controlada con la guía de un fisioterapeuta. Estos ejercicios no requieren aparatos especiales y se pueden practicar en casa una vez que la mujer ha aprendido la técnica correcta.

Masajes terapéuticos y drenaje linfático manual

Durante el embarazo, es común que se produzca retención de líquidos, especialmente en las piernas y tobillos. El drenaje linfático manual es una técnica suave que estimula el sistema linfático para reducir la hinchazón, mejorar la circulación y aliviar la sensación de pesadez.

Además, los masajes terapéuticos realizados por fisioterapeutas pueden aliviar dolores musculares, contracturas y mejorar el bienestar general.

Ejercicios de corrección postural

A medida que avanza el embarazo, el centro de gravedad del cuerpo se desplaza, lo que puede provocar malas posturas, tensión muscular y molestias en la espalda, caderas y cuello.

Los fisioterapeutas enseñan ejercicios y estiramientos específicos para corregir la postura, fortalecer la musculatura de la espalda y mejorar la movilidad. También pueden ayudar a adaptar actividades cotidianas (como sentarse, dormir o levantar objetos) para reducir el dolor y evitar lesiones.

Entrenamiento físico adaptado al embarazo

El ejercicio moderado y controlado es muy beneficioso durante el embarazo. La fisioterapia puede incluir rutinas de ejercicio adaptadas a cada trimestre del embarazo, que mejoran la resistencia cardiovascular, la fuerza muscular y el equilibrio, sin poner en riesgo al bebé.

Algunas de las actividades que se suelen incorporar son caminatas suaves, ejercicios de movilidad, estiramientos, trabajo con pelotas de ejercicio y sesiones específicas para preparar el cuerpo para el parto. En mujeres que desean un entrenamiento más intenso, es adecuado realizar ejercicios de fuerza con supervisión de un profesional, que ayude a realizar los ejercicios de una manera correcta para evitar lesiones y un inadecuado aumento de la presión abdominal.

Técnicas de respiración y relajación

Aprender a respirar correctamente es clave tanto para controlar el estrés durante el embarazo como para afrontar el momento del parto. Un fisioterapeuta puede enseñar diferentes técnicas de respiración diafragmática y controlada, que ayudan a reducir la ansiedad y a mantener la calma en situaciones de dolor o tensión.

También se pueden practicar ejercicios de relajación corporal y mental, que contribuyen a mejorar el descanso nocturno y el bienestar general de la madre.

Preparación para el parto y trabajo del periné

Durante las últimas semanas de embarazo, el fisioterapeuta puede ayudar a preparar el cuerpo para el parto a través del masaje perineal y ejercicios de movilidad pélvica. Estas técnicas buscan aumentar la elasticidad del periné, reducir el riesgo de desgarros y mejorar la coordinación durante el trabajo de parto.

También se puede trabajar con pelotas específicas (como la pelota de pilates) para favorecer la apertura de la pelvis y encontrar posturas cómodas que faciliten la dilatación y el descenso del bebé.

Masajes y terapia manual

Durante el embarazo, los cambios corporales y posturales pueden aumentar la predisposición a sufrir contracturas o dolores musculares y articulares, especialmente en la zona lumbar y pélvica. Además, la tensión emocional propia de esta etapa puede provocar rigidez en la zona del cuello, lo que en algunos casos puede desencadenar dolores de cabeza.

Un tratamiento adecuado y personalizado por parte de un profesional especializado puede aliviar estos síntomas, mejorar el bienestar general y hacer que el embarazo sea una etapa más cómoda y llevadera.

¿Cuándo acudir a un fisioterapeuta durante el embarazo?


Cada mujer es diferente, pero en general, se puede acudir a un fisioterapeuta especializado en cualquier momento del embarazo, siempre que no haya una contraindicación médica. Es importante consultar primero con el ginecólogo o la matrona, quienes podrán valorar si es adecuado iniciar un tratamiento de fisioterapia y derivar a un profesional especializado.

Estos son algunos momentos clave en los que puede ser especialmente recomendable:

  • Si sientes dolor de espalda o de pelvis persistente.
  • Si tienes retención de líquidos o calambres frecuentes.
  • Si experimentas pérdidas de orina o sensación de debilidad en el suelo pélvico.
  • Si deseas prepararte físicamente para el parto.
  • Si tienes antecedentes de partos difíciles o recuperación complicada.
  • Si simplemente deseas moverte con mayor seguridad y bienestar durante el embarazo.

Precauciones de la fisioterapia en el embarazo


Hay que evitar las técnicas de fisioterapeutas en los siguientes casos:

  • Amenaza de parto prematuro.
  • Sangrados vaginales sin causa diagnosticada.
  • Rotura prematura de la bolsa.
  • Hipertensión grave o preeclampsia.
  • Placenta previa (sobre todo en los trimestres avanzados).
  • Infecciones activas o fiebre.
  • Dolor abdominal intenso sin causa clara.
  • Restricción severa del crecimiento fetal.
  • Condiciones médicas no controladas como problemas cardíacos, pulmonares o neurológicos.
Virginia González González
Ginecóloga en Sanitas y Hospitales Quiron