6 curiosidades sobre la barriga de la embarazada

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Barriga de la gestante: forma, altura, tamaño, parto, sexo del bebé, tripa dura
27 Abr 2021

La barriga es el principal signo de identidad de una mujer embarazada y uno de los síntomas de embarazo más comunes. La futura mamá, sobre todo si es primeriza, desea que su embarazo evolucione adecuadamente y que su tripa se haga evidente al resto del mundo. Y precisamente por ser algo tan evidente, existen muchos mitos acerca del tamaño, la forma y la altura de la barriga en la embarazada. Suele ser el blanco de no pocas opiniones de familia, amigos y conocidos.

Desde aventurar el sexo fetal según su forma, o pronosticar la cercanía o lejanía del momento del parto por su altura, pasando también por las opiniones de si es demasiado grande, o demasiado pequeña y si el feto crece adecuadamente o no... Es entonces cuando la gestante se pregunta: "¿Qué hay de cierto en todo esto?". Y en numerosas ocasiones vive esas opiniones y sentencias con gran preocupación.

Barriga en el embarazo: tamaño, forma y altura

Hoy vamos a repasar todos estos mitos, a valorar en que se basan y a conocer si albergan algo de verdad. Lo primero y más importante es tener claro que cada tripa, como cada mujer, es diferente. No debes preocuparte por las opiniones de la gente que te rodea. Ante cualquier duda que pueda surgir, ahí están tu médico y matrona para resolverla.

1. ¿Cuándo se empieza a notar la tripa de la embarazada?

A medida que van pasando las semanas y se llega al segundo trimestre, la gestante primeriza suele comenzar a impacientarse. El embarazo evoluciona adecuadamente, pero no percibe crecer su tripa como le gustaría, ni tampoco nota aun los movimientos fetales, y aparecen las dudas… ¡Tranquila! Es algo normal.

Durante el primer trimestre, es normal que te sientas hinchada, y que notes más tripa de la habitual, pero es algo subjetivo: La notas tú, pero no se hace evidente para los demás. Esto es porque el útero va creciendo lentamente, y aún se encuentra por debajo del ombligo. En la semana 12 tiene un tamaño aproximado de un pomelo, y no todavía sobresale de la pelvis.

Y es que la tripa no comienza a hacerse evidente hasta el cuarto mes (entre las 16 y las 20 semanas), y los movimientos fetales en torno a la semana 20 (aunque al principio son tan delicados que cuesta sentirlos. El útero entonces ya sobresale de la pelvis y llega al nivel del ombligo.  

En la aparición de la tripa también influyen características maternas (peso, altura, constitución) y si has tenido embarazos previos o no. Si has tenido más hijos, la tripa se hará evidente antes, debido a la mayor capacidad de distensión de los músculos y tejidos de tu pared abdominal.

2. Forma de la barriga: ¿Redonda niña y puntiaguda niño?

Es este un curioso mito que se trasmite generación tras generación. Cuenta que si la mujer embarazada tiene una tripa redonda, el bebé que espera será niña, y si es puntiaguda será niño. Esta afirmación no presenta base científica alguna, y su posibilidad de acierto es del 50 % (la misma que si no miras la barriga).

La forma de la tripa está influida por muchos factores: tamaño del feto, complexión materna, el número de hijos… y sobre todo, la colocación del bebé en relación con la pelvis materna. Si el pequeño se coloca de cabeza, obviamente la tripa no presentará la misma forma que si se presenta en situación transversa [atravesado dentro del útero materno].

3. ¿La altura de mi tripa puede predecir el momento del parto?

Esta es una verdad a medias. Es cierto que cuando el bebé se encaja en la pelvis materna la tripa desciende. Pero una vez que el feto esta encajado, a pesar de que esta en una situación favorable para el nacimiento, no podemos adivinar el momento del parto. En ella también influye notablemente lo que llamamos paridad: Si la mujer ya ha tenido hijos previamente, la pelvis será más ancha, el útero apoyará un poco más abajo y al bebé le será más fácil encajarse. La constitución materna (longitud del tronco, forma de la pelvis, tonicidad abdominal…) es otro factor que hay que tener en cuenta.

4. ¿Cómo sé si mi barriga un tamaño normal?

El tamaño de la tripa no guarda una relación directamente proporcional con el tamaño del bebé. Y es que en ella influyen multitud de factores:

  • Semanas de embarazo: Es algo indudable, que en una gestación normal a mayor número de semanas de embarazo, mayor tamaño del útero y mayor tripa en la mujer gestante.
  • Constitución materna: Estatura, complexión, forma de la espalda, entre otras, hacen variar el tamaño de la tripa en la gestante. Así, una mujer grande y con una pelvis ancha tendrá una tripa menos evidente que una mujer pequeña con pelvis estrecha.
  • Cantidad de líquido amniótico: Cuando existe más cantidad de líquido amniótico del normal (polihidramnios), aunque el bebé tenga un tamaño adecuado, la barriga es mayor de lo esperado. Y al revés: Cuando el líquido amniótico es más escaso de lo normal (oligohidramnios), es más pequeña.
  • Estado físico materno: La cantidad de grasa abdominal y la tonicidad de la pared abdominal son factores que influyen notablemente en el tamaño de la tripa de la gestante. Así, si la mujer pierde peso durante el embarazo (por ejemplo, al realizar una dieta adecuada y ejercicio tras haber sido diagnosticada de diabetes gestacional), se preocupa porque su barriga no crece. Lo que sucede es que es que el bebé y el útero sí crecen pero lo que disminuye es la cantidad de grasa abdominal y su volumen corporal.
  • Problemas digestivos. Durante el embarazo son frecuentes los problemas digestivos, tales como el estreñimiento y los gases, que aumentan el perímetro abdominal sin que se modifique el crecimiento normal del feto.

5. Sensación de tripa dura: ¿Se adelantará el parto?

El útero es un músculo y de manera fisiológica se va preparando para el momento del parto. Es su forma de tonificarse y coger fuerza, contraerse en diferentes momentos del embarazo. Es normal tener sensación de tripa dura en algunos momentos, sobre todo al final del día, y sobre todo si éste ha sido ajetreado. Es el momento de descansar e hidratarte con un gran vaso de agua y esa sensación desaparecerá. Eso sí, esas contracciones nunca deben ser intensas, ni dolorosas ni regulares, y si fuesen así, debes acudir a urgencias para que puedan valorarte adecuadamente ya que habrá que descartar que se trate de contracciones efectivas que puedan desencadenar el parto antes de tiempo.

6. ¿Debo preocuparme por la forma de mi barriga?

Pues bien, después de conocer con claridad por que el tamaño, altura y forma de la tripa de una embrazada presentan esta gran variabilidad interpersonal, te recomendamos no preocuparte por esos comentarios y opiniones "clandestinas". Fíate de las pruebas médicas objetivas y de la información que te proporcionen en la consulta. Tanto el obstetra como la matrona estarán encantados de resolver todas esas dudas que vayan surgiendo para que puedas tener un embarazo tranquilo y feliz.

Dra. Elisa García
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)