¿Me puedo hacer un tatuaje durante mi embarazo?

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Hacer tatuajes en el embarazo
05 Ene 2018

La cultura de los tatuajes se está extendiendo de forma vertiginosa a través de todos los países y de toda la población, con independencia de las edades. Antes se tomaba como una manera de expresar o revindicar algo, marcándolo en tu cuerpo, pero en el momento actual, no es así. Simplemente, el hacerte un tatuaje es porque te gusta, porque te apetece decorar tu cuerpo o como símbolo de algo o en honor a alguien.

Es curioso que uno de los momentos en los que una mujer se plantea hacerse un tatuaje puede ser durante el embarazo, porque va a tener a lo más maravilloso del mundo, su hijo/a, y quiere dejar una nota en su cuerpo del amor que siente o del nombre de su bebé o de alguna cosa característica a su nacimiento. Y, por lo tanto, surge la duda: “¿Puedo hacerme un tatuaje estando embarazada?”. Es una de las preguntas que pueden aparecer cuando se está planeando el embarazo.

Las recomendaciones generales es que no se aconseja la realización de un tatuaje durante el momento de la gestación por diferentes motivos que exponemos a continuación. El primero es que aunque actualmente la mayoría de los centros donde se realiza esta práctica están homologados y son claramente seguros, existe un porcentaje de riesgo de transmisión de infecciones como la hepatitis B  (VHB) o la infección por VIH, que supone un incremento de riesgo del embarazo, así como de transmisión al feto. Por otro lado, al realizar un tatuaje se introduce una cantidad de colorantes y tintes que no se conoce su efecto sobre el feto y su capacidad de migración en el cuerpo de la madre.

Tatuajes anteriores

Pero, ¿qué pasa si ya tenemos un tatuaje en nuestro cuerpo cuando nos quedamos embarazadas? En un principio, no existe problema ninguno para nuestro feto, por tener un tatuaje. Sin embargo, dependiendo de la localización del mismo, puede sufrir cambios en su coloración y en su forma, por la distensión de la piel, la aparición de estrías y otros síntomas del embarazo, por lo que es necesario una hidratación muy frecuente, incluso de dos veces al día en todo el cuerpo de la embarazada y, en especial, en la zona del tatuaje para que se minimicen los efectos del cambio corporal sobre el tatuaje. También entra otra duda: ¿qué ocurre con el tatuaje en el parto, cuando está en la zona lumbar, donde se aplica la anestesia epidural? Ya en una anterior entrada os comentamos que en muchos casos no es incompatible.

Y si, a pesar de todos los cuidados, el tatuaje se ha estropeado por el embarazo, es recomendable esperar a tener cumplidos todos los deseos genésicos, es decir, esperar a tener todos los hijos que queramos, para ir a un centro especializado en tatuajes, para que nos lo dejen como al principio.

Si quieres dejar una señal en tu cuerpo por el nacimiento de tu bebé, es mejor que esperes a tener a tu niño/a en brazos, por ejemplo, en el puerperio, y que te acompañe a elegir el que más le guste a él/ella.