¿Cómo afecta el estrés a la embarazada y a su bebé?

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El estrés en el embarazo
06 Jun 2025

El embarazo es una etapa llena de ilusión, cambios y expectativas. Sin embargo, también puede ser un periodo de preocupaciones, incertidumbres y ansiedad. La transformación física, los cambios hormonales y las nuevas responsabilidades pueden generar un aumento del estrés. Aunque sentir cierta tensión emocional en momentos puntuales es completamente normal, el estrés persistente o excesivo durante el embarazo puede afectar tanto a la madre como al desarrollo del bebé.
En este artículo te explico qué es el estrés, cómo se manifiesta durante la gestación, qué efectos puede tener sobre la madre y el feto, y qué herramientas existen para reducirlo y afrontarlo de forma saludable.

¿Qué es el estrés y por qué aparece durante el embarazo?


El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones que se perciben como amenazantes o desafiantes. Cuando sentimos que algo nos sobrepasa, el cuerpo activa una serie de mecanismos para reaccionar, para ponernos alerta: aumenta el ritmo cardíaco, se tensan los músculos, se libera más energía, y se elevan los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol y la adrenalina.

Durante el embarazo, pueden aparecer múltiples fuentes de estrés, como por ejemplo:

  • Miedos relacionados con la salud del bebé o el parto.
  • Cambios en la imagen corporal y en el estado físico.
  • Dificultades para conciliar el embarazo y la maternidad con el trabajo o la vida cotidiana.
  • Preocupaciones económicas o familiares.
  • Cambios hormonales que afectan al estado de ánimo.
  • Antecedentes de embarazos complicados o pérdidas anteriores.
  • Problemas médicos antes del embarazo que puedan aumentar el riesgo de complicaciones durante la gestación.
  • Nuevos diagnósticos de complicaciones maternas, como diabetes gestacional, preeclampsia
  • Diagnósticos de posibles alteraciones del bebé

Estas situaciones no siempre pueden evitarse, pero sí es posible aprender a gestionarlas para reducir su impacto.

¿Cómo se manifiesta el estrés en la embarazada?


El estrés puede presentarse de forma distinta en cada mujer, dependiendo de su personalidad, su historia de vida y su entorno. Algunas señales comunes de estrés durante el embarazo incluyen:

  • Fatiga persistente.
  • Dificultades para dormir o descansar.
  • Dolor de cabeza o tensión muscular, sobre todo en cuello y espalda.
  • Palpitaciones o sensación de opresión en el pecho.
  • Cambios en el apetito.
  • Irritabilidad, ansiedad o tristeza.
  • Falta de concentración o sensación de estar desbordada.

Cuando estos síntomas se mantienen durante semanas, pueden afectar al bienestar general de la embarazada y a su capacidad para disfrutar de esta etapa.

Las consecuencias del estrés en el embarazo en la salud de la madre


Un nivel moderado de estrés en el embarazo no suele tener consecuencias graves, pero cuando se vuelve crónico o se suma a otras dificultades emocionales (como depresión o ansiedad no tratadas), puede tener repercusiones en la salud de la mujer, como:

  • Mayor riesgo de tensión alta durante el embarazo.
  • Dolor lumbar o pélvico más intenso.
  • Problemas para controlar complicaciones anteriores, como diabetes o trastornos tiroideos.
  • Alteraciones en el sistema inmunitario, lo que puede aumentar la susceptibilidad a infecciones.
  • Mayor riesgo de desarrollar depresión posparto.

El estrés puntual y ocasional generado por las actividades cotidianas o el curso natural del día a día no tiene porqué precipitar o agravar ninguna de estas enfermedades. No obstante, un mantenimiento del estrés a niveles elevados durante un largo periodo de tiempo, podría tener alguna consecuencia negativa. Por eso, abordar el estrés de forma temprana y personalizada durante el embarazo es una necesidad para realizar un cuidado integral de la mujer.

Por otro lado, el estrés puede hacer que la embarazada adopte hábitos poco saludables como alimentarse mal, reducir su actividad física o dormir menos, lo que también puede influir negativamente en muchos de los aspectos de su embarazo.

¿Cómo puede afectar el estrés en el embarazo al bebé?


Durante los últimos años, diversos estudios han demostrado que niveles mantenidos y muy elevados de estrés en la madre también pueden influir en el desarrollo del bebé, incluso antes del nacimiento. Aunque el útero y la placenta protege al feto de muchas influencias externas, ciertos cambios hormonales y fisiológicos pueden atravesar la barrera placentaria y afectar su crecimiento.

Algunos posibles efectos del estrés intenso y mantenido durante el embarazo son:

  • Mayor riesgo de parto prematuro.
  • Bajo peso al nacer, lo que puede aumentar las complicaciones en los primeros días de vida.
  • Mayor irritabilidad del bebé en sus primeros meses, con dificultades para dormir o calmarse tras el nacimiento.
  • En algunos casos, se ha observado una posible relación con problemas de atención o conducta en la infancia.

Es importante volver a aclarar que estos efectos suelen asociarse a situaciones de estrés prolongado y no tratado en el embarazo, no a preocupaciones puntuales o normales en cualquier embarazo. La clave está en:

  • Detectar cuándo el estrés se convierte en algo constante o abrumador.
  • Actuar a tiempo tomando las medidas oportunas
  • Buscar la ayuda necesaria.

¿Qué puedo hacer para reducir el estrés durante el embarazo?


La buena noticia es que el estrés se puede manejar. Existen muchas estrategias que pueden ayudarte a sentirte mejor y a vivir tu embarazo con más calma. A continuación, te comparto algunas recomendaciones que suelo dar en consulta:

Habla de tus emociones

Compartir tus miedos y preocupaciones con tu pareja, familiares, amigos o con un profesional puede aliviar la carga emocional. No tengas miedo de pedir ayuda si sientes que lo necesitas.

Cuida tu cuerpo

Dormir bien, mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física moderada (si no hay contraindicaciones médicas) puede ayudarte a sentirte con más energía y menos ansiedad. Actividades como caminar, nadar o hacer ejercicios adaptados al embarazo son muy beneficiosas.

Aprende a relajarte

Existen técnicas muy sencillas para reducir la tensión física y mental, como la respiración profunda, la meditación, los estiramientos suaves o el yoga para embarazadas. También puedes beneficiarte de masajes terapéuticos o fisioterapia especializada.

Limita la sobreinformación

Buscar constantemente información en internet puede aumentar la ansiedad. Confía en las recomendaciones de tu equipo médico y evita exponerte a noticias alarmantes o fuentes no fiables.

Crea rutinas agradables

Dedica tiempo a actividades que te gusten y te relajen, como leer, escuchar música, dibujar, caminar en la naturaleza o simplemente descansar. Cuidarte también es cuidar a tu bebé.

Apóyate en profesionales

Si sientes que el estrés te sobrepasa o afecta tu día a día, no dudes en consultar con tu ginecólogo, matrona o un profesional de la salud mental. La atención psicológica durante el embarazo es segura y puede marcar una gran diferencia.

Virginia González González
Ginecóloga en Sanitas y Hospitales Quiron